Tenemos que parar este Ferrari rojo de alguna manera...
¡Esto es una locura! La al principio tímida gatita soltó todas sus ataduras y puso el fucikng a toda marcha. Incluso tuvimos que calmarla un poco atándole las manos. Desgraciadamente, no teníamos cuerda, así que usamos lo que pudimos. Tenemos que parar este Ferrari rojo de alguna manera...